¿En qué países del mundo funciona el carsharing?
El carsharing, o uso compartido de automóviles, proporciona una alternativa flexible que satisface diversas necesidades de transporte en todo el mundo, al tiempo que reduce los impactos negativos de la propiedad de vehículos privados. Aunque el carsharing apareció en Europa entre las décadas de 1940 y 1980, el concepto no se popularizó hasta principios de la década de 1990. Durante casi 30 años, la participación mundial en el carsharing ha ido creciendo y su tendencia sigue en aumento. Hoy en día, según estadísticas compartidas por la Universidad de California en Berkeley, el carsharing opera en aproximadamente 2000 ciudades de todo el mundo, en 64 naciones y en 4 continentes. Alrededor de 15 millones de usuarios registrados comparten casi 157.000 vehículos como parte de los servicios organizados de carsharing, siendo Europa el continente con mayor cantidad de usuarios con más del 60% de consumidores.
Los ahorros de costos, las ubicaciones convenientes y el estacionamiento garantizado se identifican como las motivaciones más comunes para el uso de carsharing en todo el mundo. Según un estudio del Instituto de Estudios del Transporte (Institute of Transportation Studies) de la Universidad de California, se estima un crecimiento continuo del carsharing, particularmente entre los segmentos de mercados nuevos y emergentes, como las empresas y las universidades. En el estudio se desprende cuáles son las principales razones de este crecimiento y expansión en el uso del carsharing, entre los cuales encontramos los altos costos del combustible, estacionamiento limitado y costoso y, principalmente, el aumento de la demanda de acceso a vehículos personales en los países en desarrollo.
Carsharing: una solución para gastar menos
En los últimos años, los precios de la energía se han vuelto cada vez más caros y volátiles. Esta tendencia ha aumentado los costos de propiedad de automóviles y la incertidumbre sobre los gastos operativos futuros. Además, el estacionamiento en las ciudades más grandes y pobladas del mundo es limitado y costoso, y aumenta aún más los gastos en vehículos privados. Muchas naciones han adoptado el carsharing como un medio para reducir los costos de transporte personal y los impactos negativos del uso generalizado del automóvil, así como también las congestiones de tránsito, el consumo de energía y las emisiones.
El conocimiento del carsharing y las tecnologías avanzadas para apoyar sus operaciones se ha extendido por toda Europa, América del Norte y en Asia y Australia. Juntos, estos factores están influyendo en el avance del carsharing en todo el mundo en mercados nuevos y maduros. El principio fundamental del carsharing es simple: las personas obtienen los beneficios de un vehículo privado sin los costos y responsabilidades de la propiedad. El carsharing es más común en las principales áreas urbanas donde las alternativas de transporte son fácilmente accesibles. Las personas generalmente acceden a los vehículos uniéndose a una compañía que mantiene una flota de automóviles y camiones ligeros en una red de ubicaciones. Los vehículos se despliegan con mayor frecuencia desde lotes ubicados en los barrios con menor población, en estaciones de servicio o en locales propios de la empresa.
Los miembros de carsharing generalmente pagan por el uso a través de tarifas por hora y planes de acceso por suscripción. La mayoría de los operadores de carsharing gestionan sus servicios con tecnologías avanzadas, que pueden incluir reservas automatizadas, acceso a vehículos con tarjeta inteligente y seguimiento de vehículos en tiempo real. Hoy en día, el carsharing es tendencia verdaderamente global, que opera en aproximadamente 2000 ciudades de todo el mundo.